Encuentro

Despues de aquel encuentro, ella se sentia extraña, sabia que habia hecho lo correcto, lo justo,pero sentia esa sensacion en el pecho, esa pequeña llama que la decia que algo no andaba bien, su extraño sexto sentido se habia despertado, ese extraño sentido, esa sensación que no había tenido desde hace 7 años cuando ella murio... pero no quería recordar ese episodio, le traia recuerdos tristes, dolorosos, el solo pensar en su cuerpo medo mutilado, toda esa sangre a sualrededor y la fina lloviznaque caia oscureciendo la tarde... intento alejar esa imagen de su mente, tuvo ganas de vomitar pero espero a que se le pasara y volvio a pensar en el encuentro que acababa de tener, recordo cada detalle de ese momento, cuando llego al barcito "La casa del vagabundo", recordo la decoración, las mesas de madera, los pequeños taburetes de piel, los diferentes cuadros que había, todos ellos regalo de los asiduos visitantes del bar, la mayoria universitarios y que el dueño había mandado enmarcar, y despues lo recordo a él,sentado en una de las mesas a la derecha, iba vestido de traje, como siempre, completamente de negro,sobre la mesa había una carpeta y un libro, el titulo estaba en Aleman.
Le sonreia a la camarera que le estaba sirviendo una cerveza, y recuerdas que pensaste, "sigue siendo un donjuan", en ese momento te vio y la sonrisa fue para ti, y con la mano te señalo su cerveza, tu inclinaste la cebeza en señal de afirmación y le pidio otra a la camarera.
Empezaron a platicar de cosas triviales, de ponerse al tanto de como les había ido este año que no se habían visto, te enteraste que viajo al Cairo, que subirte a un camello es incomodo, que es mejor el calor de acapulco que el de allá, entre otras cosas.
Recuerdas que con la quinta ronda de cervezas la camarera, de nombre Fabiola, una chica morena de cabello negro, ojos verdes, delgada, estudiante de artes plasticas de 4to semestre, le había dejado una servilleta con un número telefónico, que el intento guardar disimuladamente.
Despíes saco de la carpeta varias fotos y las puso frente a ti sin decir una palabra. Tu las observaste atentamente, todas eran personas conocidas, todas pertenecian al circulo, pero no todas estuvieron aquella fatidica tarde, el solo recordar te dio escalofrios, separate tres de esas fotos y se las diste, él las guardo en su sobre negro y cuando iba a tomar las demás, señalaste la de arriba y le preguntaste si te la podias quedar, y al preguntarte ¿porque? tu solo respondiste -- siempre me han gustado sus ojos.
El guardo las otras fotos en la cartera, pidieron un par de cervezas mas y se despidieron.
Cuando saliste ya había empezado a oscurecer y caminaste hacía el metro, sitiendo la suave brisa de la tarde y fue cuando empezaste a sentir esa sensacion en el pecho, e inconcientemente tocaste el bolsillo donde guardaste guardaste la foto.
Y ahora pensando en esa foto que tenías guardada piensas si hiciste lo correcto, si en ese sobre negro no deberian ir 4 fotografias en lugar de 3; pero no, te dices una y otra vez que lo correcto eran 3 por muchas razones.
Intentas calmarte, ya mañana los periodicos diran si tomaste la decision correcta y la sensacion en tu pecho poco a poco va desapareciendo.